La ropa
Este ítem es complejo si te gusta el olor a detergente en tu ropita. En primera instancia, porque al par de horas ya eres una sopa, y no está fácil eso de repetirse la polera más de 2 días. Ocurre que la ropa y objetos de materiales naturales, como podría ser el cuero y el lino, agarran papa y cobran vida. Como mi lindísimo, y nunca usado aquí ,vestido negro de lino que empezó a mostrar su alma de mapache y le salieron unas rayas blancas. O, sin ir mas lejos, miren que bribona la billetera de Juan:
Bueno pero volviendo a la ropa, se nos prohibió el acceso a la lavadora, ya que la muy hija única necesita que solo una persona sea la responsable de su manejo en caso de que ocurra algún problema técnico. Así que solo cuando viene la Abuela (en realidad con juan no le decimos así, la llamamos por su nombre porque, no es nuestra abuela) podemos lavar nuestra ropa, obviamente con ecodetergentes ecolíquidos para ecolavadoras.
La ducha
La ducha fría ocurre tipo 5 de la tarde, justo después de almorzar.
Momento sagrado.
Salir de la casa implica outfit completo: toalla, jabón en bolsa ziploc y las chalitas. Estas últimas más que nada para ahuyentar invasores. Hoy son ranas, con ellas es fácil compartir el espacio, pero mañana podrían ser zancudos de esos que rondan la carne fresca. Eso merece chancletazo.
Ahora, no te seques demasiado, que entre la ducha y la casa probablemente vuelvas a mojarte. Como yo aquí, en pleno diluvio, post ducha.
La cama
Aunque no tiene mucha ropa, sólo una sábana verde (todo aquí es verde, incluso ella), me adjudiqué la tarea diaria de, en la mañana, sacudirla y doblarla para meterla junto con los pijamas en una bolsa de viaje (esto por el suceso de la cucaracha que puedes revivir clickeando este post) Luego tomo el mosquitero y lo meto en el borde de la cama para que no entren bichos, aunque ayer se nos coló un anole que ni idea dónde quedó. Lo importante que descubrí hace poco, más bien acepté, es dejar un par de arañitas adentro del mosquitero. No las vayas a matar todas, porque ¿conoces las Rumba? esas aspiradoras robot que andan solas por la casa limpiando sin que tú tengas que hacer nada? bueno, las arañas hacen lo mismo pero con los mosquitos que nos comen a diario. Esto si que es colaboración.
Los dientes
Cada noche, tomamos nuestros linternas frontales y en chalacalcetín salimos a los lavamanos que están afuera de la pieza. Son dos, así que románticamente cepillamos al unísono. Cada uno tiene un espejo a su lado, donde reflejamos nuestro look de pijamas. Después de lavarnos los dientes, juan me acompaña al único water de agua de todo el Refugio (sólo para líquido), porque ahí es donde las chicas deben hacer pipí, de lo contrario te arriesgas a un mordisquito serpentil en algún cachete. Es buen paseo, siempre encontramos algo, ayer fue la brazilian wandering spider, a veces son ranas, otras culebras.
El baño
La letrina del sector de las cabañas nunca se me presentó como un problema, hasta hace como 2 semanas que vi salir un par de cucarachas cuando levanté la tapa y simplemente no pude volver a ese lugar. Ahora me escabullo entre la casa de turistas y el baño de servicio, pero prácticamente no tengo permiso para ir a dichos baños. Que por lo pronto, son mucho más limpios. Pero cuando se trata de mi digestión, les digo a ustedes lectores, que no transo la paz que me pueda dar un bañito limpio.
La casa
Y si seguimos hablando de cucarachas, el otro día presenciamos un evento que ocurre cada tanto. Y es que las hormigas soldado (o army ants) hicieron su labor en la casa grande. Eso significa que en ordenadas filas, ingresaron al recinto, despertando la inquietud de las cucarachas que rápidamente salieron de sus escondites porque, imagino algún tipo de sonido u olor deben expeler, sino las van a sacar a la fuerza. Y cuando las pillan, se las comen vivas. Así es, es su labor. Las army ants son lo mejor para limpiar el exceso de cucarachas de tu casa, y también las termitas que viven en el suelo de tu hermoso piso de parqués...ellas limpian donde ningún escobillín ha logrado llegar antes.
Es un desafío este de la limpieza, en todos sus sentidos. Pero uno se acostumbra, y también valora un ítem que muchas veces es despreciado y mirado en menos: "el aseo". Yo espero con ansias el día de volver a sentir esa ropa calentita y olorosa saliendo de la secadora. O de rociar limpiavidrios olor a lavanda en mis ventanitas. Aunque debo admitir, que me huele algunas prácticas que llevo en Chile sí van a pintarse un poco más ecológicas. No sólo de limpieza, también de alimentación. Pero eso dejémoslo para un próximo capítulo.
Como buena dueña de casa, y con ánimos de ser influencer, aquí una marca de productos de limpieza ecológicos que me gusta mucho y que extraño un montón: https://casa-nativa.cl/
Son buenos, su packaging no es plástico bendita sea, y son biodegradables.
Eso por ahora. Buen aseo.